Cuentan que una vez hubo en el Lejano Oriente un hombre muy sabio, que solo hablaba cuando era necesario.
Un dia su criado le dijo:
-¡Amo!¡No sabes de lo que me entere!
El sabio le pregunto:
-Bueno, pero dejame hacerte algunas preguntas
-Bueno...-respondio el criado un poco confundido
-Primero...¿Es totalmente cierto lo que me vas a decir?-pregunto el sabio
-No, me lo contaron.
-Bueno, entonces no es cierto, ahora....¿Es bueno lo que me vas a decir?
- No, en realidad es malo
-Tampoco es bueno, por ultimo...¿Es para mi util lo que me vas a decir?
-No realmente
-Entonces...no es ni verdadero, ni bueno, ni util lo que me vas a decir
-No
-Entonces...¿Para que me lo cuentas?
El criado no respondio y su amo le dijo
-Bueno, criado mio, desde ahora recuerda, cuando vas a decir algo hazlo pasar por las tres rejas: la de la verdad, la de la bondad, y la de la utilidad.
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